en su debut como director y estrenada en octubre de 2020 como secuela de la exitosa "Borat" (2006).
La película tiene como protagonista (y productor) una vez más a Sacha Baron Cohen en el papel del periodista Borat Sadgiyev, el cuarto periodista de Kazajistán. En este caso estará acompañado en su viaje a Estados Unidos por su hija Tutar (Maria Bakalova), a quien poco después Borat intentará ofrecer como esposa al vicepresidente Mike Pence.
Al igual que sucedió con el primer film, esta continuación también ha estado rodeada de polémica tras su estreno. El rodaje de Borat 2 fue especialmente complicado debido a la pandemia del coronavirus COVID-19, afectando a la filmación de muchas escenas que tuvieron que ser cambiadas sobre la marcha, existiendo además un fuerte componente político en el film al meterse de lleno en la campaña para las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
En la película original de Borat, el actor Sacha Baron Cohen llegó a ser detenido hasta en 100 ocasiones durante la producción. Si bien en esta secuela no llegó a esta cifra, el personaje se infiltra en mítines, protestas y situaciones delicadas, que requirieron incluso que Sacha Baron Cohen usara un chaleco antibalas mientras se filmaban algunas secuencias.
Con el título completo de "Borat Subsequent Moviefilm: Delivery of Prodigious Bribe to American Regime for Make Benefit Once Glorious Nation of Kazakhstan", la película es una vez más un falso documental donde se entremezclan escenas ficticias con actores y previamente guionizadas, con escenas reales. En muy pocos casos se utilizó cámara oculta o los protagonistas no sabían que estaban siendo grabados, ya que en la mayoría de estas situaciones reales se tiró de ingenio para hacer creer a los participantes que el propósito de la filmación era algo muy diferente.
Como curiosidad sobre el film, en este artículo hacemos un repaso por cuáles son las escenas con personas reales de Borat 2 que no sabían que iban a ser parte de la nueva broma de Sacha Baron Cohen, y que en la mayoría de los casos coinciden además con las escenas más polémicas. Una buena lista de ejemplos de cómo una vez más la realidad puede superar a la ficción.
Nota: El artículo contiene Spoilers y revela parte de la trama de la película.
El baile de debutantes
Al poco de llegar a Estados Unidos, Borat intenta convertir a su hija en el tipo de mujer que cree que desearían políticos como Mike Pence, y para ello se entrevista con la influencer Macy Chanel, quien recomienda un cambio total de aspecto y mejorar los modales de la niña para que sean más femeninos.
Esto lleva a que Borat y su hija participen en un "baile de debutantes", orientado a presentar en sociedad a los hijos de la clase alta norteamericana. Interpretando a los personajes del profesor Phillip Drummond III y Sandra Jessica Parker Drummond, Borat y su hija Tutar acaban realizando una peculiar actuación en el baile ("baile de la fertilidad") ante la atónita y horrorizada mirada de los asistentes, con la hija mostrando la entrepierna cubierta de sangre falsa o "sangre de luna", como lo denomina el propio Borat.
La escena fue filmada en la histórica residencia Hay House, situada en la localidad de Macon (Georgia) y es una escena en gran parte verídica, si bien pudieron filmarla haciendo algunas trampas para conseguirlo.
Según se conoció tras la filmación, al parecer el equipo de producción acordó con el personal de Hay House poder hacer una grabación en el lugar sobre la llegada a la mayoría de edad. Aunque se contrató varios extras para participar, muchos de los asistentes no sabían lo que estaba sucediendo realmente, ni se dieron cuenta de que se trataba de una broma de Sacha Baron Cohen, ya que iba disfrazado y no le reconocieron.
Fue tras la actuación cuando los gerentes de Hay House descubrieron que la supuesta producción había sido un engaño, mientras, como se puede ver durante la escena, algunos asistentes abandonaban el lugar escandalizados.
Uno de los padres que asistió al evento con su hija, comentó posteriormente que a los asistentes se les había ofrecido cien dólares por persona para vestirse y bailar como parte de una escena ficticia de "Bellezas sureñas haciendo su debut". A los que se ofrecieron como voluntarios se les dio un cuestionario en línea en el que se les pidió que identificaran a Cohen (entre otras preguntas generales sobre cultura pop) y los encuestados finalmente se dividieron en dos equipos. Los que no habían sido capaces de identificar al actor fueron los seleccionados para asistir al evento.
Escena del pastor antiabortista
Una de las escenas más surrealistas de la película, que aunque cuesta creer que sea cierta parece ser que también fue real, es la que tiene lugar con el pastor Jonathan Bright en una clínica contra el aborto.
Según la trama del film, Tatur se ha tragado accidentalmente un bebé de plástico que estaba decorando una pequeña tarta (cupcake), por lo que Borat la lleva supuestamente a una clínica para que se lo extraigan, que resulta ser un centro antiabortista.
Allí se encuentran con el pastor Jonathan Bright, a quien en una confusa conversación le dan a entender que Borat ha dejado embarazada incestuosamente a su hija de 15 años y por eso quieren extraer al bebé.
La primera reacción del pastor es ignorar el detalle del incesto con frases como "No necesito escuchar más de eso. De verdad, eso no es importante en este momento. Realmente no importa cómo llegamos a este momento". A lo que posteriormente añade: "Dios es el que crea la vida, y Dios no hace accidentes".
El mitin de Mike Pence
Como parte de la trama del film, el objetivo de Borat es regalar a su hija Tutar de 15 años (la actriz tiene en realidad 24 años), al vicepresidente Mike Pence, y para ello decide hacerlo durante un mitin que da el político, donde se presenta inicialmente disfrazado con la vestimenta del Ku Klux Klan.
Esta escena ocurrió en realidad y es totalmente verídica. Sacha Baron Cohen se infiltró en una Conferencia de la Acción Política Conservadora (CPAC) en febrero de 2020 y para ello estuvo sentado cinco horas en uno de los baños del edificio esperando a que subiera a hablar Mike Pence.
Cuando el político salió a escena, el actor salió disfrazado de Donald Trump en medio del evento, portando a su hija sobre los hombros mientras gritaba a Mike Pence que le llevaba su regalo. Poco después fue detenido y escoltado hasta la salida por los miembros de seguridad entre abucheos de los asistentes.
El incidente llegó a salir en los medios en febrero de 2020, sin embargo no se supo hasta que se estrenó la película que detrás de todo estaba Sacha Baron Cohen.
Escena de la sinagoga
Continuando la broma de que Borat es un antisemita que odia a los judíos, el personaje se presenta en la sinagoga Kol Emeth situada en Marietta (Georgia), donde conoce a Judith Dim Evans, una superviviente del Holocausto.
En esta escena, Borat va disfrazado de un estereotipado judío muy exagerado, y nada más llegar lo primero que hace es decir a Judith que el Holocausto nunca sucedió porque lo ha leído en Facebook. Lejos de escandalizarse, Judith Dim Evans se muestra muy comprensiva y abraza a Borat, teniendo una conversación sobre el holocausto y explicándole que ella es una superviviente.
Se trata de una escena real que tuvo un giro inesperado durante la filmación. La reacción de Judith Dim Evans conmovió tanto a Sacha Baron Cohen que el actor dejó por un momento el personaje y le contó a la mujer que se trataba de una broma, algo que rara vez ha hecho en su interpretación como Borat.
Judith Dim Evans falleció poco después de la filmación de Borat 2, y como se puede ver en los créditos del film,
la película está dedicada en su memoria. La historia completa de Judith Dim Evans se puede encontrar en el
contenido adicional de X-Ray de Amazon Prime.
La cuarentena con los partidarios de Trump
Cuando el rodaje de Borat 2 se vio trastocado por la pandemia del Coronavirus COVID-19, Borat conoce a un partidario de Trump y le pregunta si puede ir a su casa a pasar la cuarentena. El hombre acepta y se van a su casa donde vive con un compañero.
Durante cinco días,
Sacha Baron Cohen estuvo
conviviendo con Jerry Holleman y Jim Russell, ambos partidarios de Trump, manteniendo todo tipo de conversaciones, donde se descubre que ambos son también creyentes en la
teoría de la conspiración de QAnon, una supuesta trama secreta del "
estado profundo" contra Donald Trump y sus seguidores.
Según confesó el actor, no solo estuvo conviviendo con ellos durante cinco días, sino que también se tuvo que comportar todo ese tiempo dentro de su personaje para mantener la ficción, desayunando, comiendo y cenando en una casa cerrada para mantener la cuarentena.
Al parecer la tónica general de la convivencia fue bastante buena, e incluso llegaron a componer una canción contra el partido demócrata que poco después utilizaría Borat en otra escena del film.
Manifestación conservadora
Tras la cuarentena, Borat acude con sus dos nuevos compañeros a la manifestación "
March for Our Rights", organizada por la
derecha norteamericana en Olympia (Washington). En este caso se presenta disfrazado con el estereotipo del
típico Redneck (paleto americano).
En un momento del evento, Borat se sube al escenario y comienza a cantar una canción con unas letras racistas y muy críticas con los demócratas. En la escena podemos ver también como el público le acompaña cantando parte de la letra y jaleando el ofensivo discurso que da sobre el escenario, gritando consignas contra Obama, Hillary Clinton, el Dr. Anthony Fauci y la "gripe de Wuhan".
Se trata de otra situación real que fue filmada en un evento real con el desconocimiento del resto de asistentes. En junio de 2020 la milicia de extrema derecha "Three Percenters" de Washington celebraba este evento por tercera vez con el nombre de "March for Our Rights 3" (Marcha por nuestros derechos).
Totalmente caracterizado para la ocasión, Sacha Baron Cohen se hizo pasar por el líder de un comité de acción política para poder asistir al evento, llevando su propio equipo de seguridad para que no le pudieran echar del escenario una vez consiguiera subirse a cantar.
Algunos de los asistentes grabaron con sus móviles en directo la actuación de Sacha Baron Cohen y lo sucedido durante esta manifestación conservadora:
La escena de Rudy Giuliani
Sin duda la escena más polémica de Borat 2 y que más ha dado que hablar, es la escena de la película con Rudy Giuliani, el ex alcalde de Nueva York y abogado personal de Donald Trump. Una situación extremadamente incómoda para Giuliani pero que es totalmente real.
El equipo de producción se las ingenió para conseguir una auténtica entrevista en un hotel con Rudy Giuliani, con la actriz Maria Bakalova haciéndose pasar por una periodista. Durante la entrevista, la actriz se dedica a hacer varias preguntas mientras "flirtea" con Giuliani. Ambos llegan incluso a beber whisky y hablando sobre cómo los chinos fabricaron el COVID-19.
En un momento de la entrevista, se dirigen al dormitorio de la habitación, mientras Giuliani dice "Puede darme su número de teléfono y su dirección". Poco después se puede ver que una vez en el dormitorio, el político (que no sabe que está siendo grabado) se quita el micrófono y se reclina en la cama mientras se mete la mano en los pantalones.
La escena no va a más porque en ese momento aparece en la habitación Sacha Baron Cohen disfrazado y gritando que su hija solo tiene 15 años y que es demasiado mayor para él. Giuliani se levanta rápidamente y huye de la escena mientras llama a seguridad.
Unos días antes de que saliera la película, cuando esta escena llegó a Internet, concretamente en Twitter, Giuliani trató de defenderse diciendo que el vídeo era “una fabricación total". Argumentó que estaba metiéndose la camisa en el pantalón después de quitarse el equipo de grabación. Según sus palabras: "
En ningún momento antes, durante o después de la entrevista fui inapropiado. Si Sacha Baron Cohen da a entender lo contrario, es un mentiroso, frío como una piedra".
Lo cierto es que la escena es en todo caso verídica y la polémica ha hecho correr ríos de tinta (o tweets). Por su parte, Sacha Baron Cohen comentó que no quiere dar su opinión sobre lo que realmente sucedió y deja a cada espectador decidir tras ver las imágenes.