Cómo se hicieron los dinosaurios de Jurassic World: El reino caído

Jurassic World: El reino caído (Jurassic World: Fallen Kingdom) es una película de acción, aventuras y ciencia ficción, dirigida por Juan Antonio Bayona y estrenada en 2018. Se trata de la quinta entrega de la franquicia que comenzó con la exitosa película "Parque Jurásico" (1993).

El film está protagonizado por Chris Pratt (Owen Grady), Bryce Dallas Howard (Claire Dearing), Ted Levine (Ken Wheatley), Rafe Spall (Eli Mills), Toby Jones (Gunnar Eversoll), B. D. Wong (Dr. Henry Wu) y Justice Smith (Franklin Webben) los papeles principales, contando también con la participación de Geraldine Chaplin (Iris) y el regreso a la saga de Jeff Goldblum (Doctor Ian Malcolm).

La trama de la película continúa la historia de los acontecimientos ocurridos en el anterior film de la saga "Jurassic World" (2015). Tras la desaparición del parque temático Jurassic World en Isla Nublar, frente a la costa pacífica de América Central, los dinosaurios deambulan libremente por la isla durante tres años hasta que una inminente erupción volcánica amenaza su existencia.

Claire Dearing, ex gerente de operaciones de Jurassic World, crea una organización para el rescate de los dinosaurios llamada "Dinosaur Protection Group" con el objetivo de llevar a las criaturas a un santuario en Estados Unidos. Owen Grady, un ex entrenador de dinosaurios en el parque, se une a la misión para localizar a "Blue", uno de los Velociraptors que entrenó.

Hawái fue el lugar elegido para representar la ficticia Isla Nublar, siendo la localización exterior principal de la película. Gracias a su gran tamaño, los Pinewood Studios de Inglaterra fue donde se filmaron la mayor parte de las escenas interiores. Para mantener en secreto la filmación, durante su producción la película se denominó "Ancient Futures".

Uno de los aspectos primordiales del rodaje de Jurassic World: El reino caído fue sin duda la creación de los dinosaurios, los verdaderos protagonistas del film.

Los dinosaurios de la película se crearon a través de una combinación de animatrónica (Animatronics) e imágenes generadas por computadora (CGI). Se contrató al artista de efectos especiales Neal Scanlan como supervisor creativo de los efectos de las criaturas en la película, que trabajó en los dinosaurios robóticos, mientras que David Vickery y su equipo de Industrial Light & Magic (ILM) crearon versiones de los dinosaurios mediante CGI.

Scanlan trabajó estrechamente con el director J. A. Bayona y Vickery para crear las criaturas. El equipo de ILM hizo una investigación exhaustiva para crear y representar con precisión los dinosaurios, documentándose y consultando a paleontólogos para el proyecto. ILM también estudió a grandes mamíferos como elefantes y rinocerontes para determinar cómo deberían moverse y comportarse los dinosaurios.

El aspecto de los dinosaurios fue uno de los temas más debatidos durante la fase de producción. Bayona se dedicó a leer los comentarios de los fans de la saga y hablar con los niños para saber su opinión sobre cómo deberían ser los dinosaurios de la película.

En esa época se hizo pública una nueva investigación que sugería que los dinosaurios reales eran más coloridos y más brillantes de lo que se pensaba anteriormente, por lo que el director decidió aplicarlo en las texturas y colores de los dinosaurios para darles un aspecto más exótico.

Jurassic World 2 presenta más dinosaurios que cualquier película anterior de la serie, ya que Bayona quería incluir varios dinosaurios nuevos que no se habían visto en las películas anteriores.

Además del ficticio Indoraptor, un dinosaurio nuevo creado para el film, híbrido del Indominus Rex de Jurassic World y genes de otros dinosaurios como el Velociraptor; en el film podemos ver una larga lista de especies de dinosaurios que existieron hace millones de años, como Compsognathus, Baryonyx, Stegosaurus, Carnotaurus, Brachiosaurus, Allosaurus, Triceratops, Velociraptor, y por supuesto el temible Tyrannosaurus rex, el gran depredador símbolo de la franquicia Jurassic Park.

La película también presenta más dinosaurios animatronics que cualquier secuela anterior, siendo los mecanismos robóticos utilizados mucho más avanzados tecnológicamente que en las películas anteriores. Se crearon cinco dinosaurios animatronics para la película, mientras que en el film anterior, Jurassic World, solo presentó uno. El motivo por el que se tuvieron que utilizar más animatronics es porque la película presenta una interacción más estrecha entre humanos y dinosaurios que su predecesora, incluida una escena en la que Claire se sube encima de un sedado Tyrannosaurus rex sedado.

En realidad hubo ciertas dudas durante la fase de pre-producción de la película sobre cuál sería la mejor forma de llevar a los dinosaurios a la pantalla. El director Bayona estaba convencido de que el hecho de crear los robots mecanizados Animatronics era especialmente útil para los actores, que tenían algo físico delante para actuar, en lugar de añadir posteriormente todas las imágenes por ordenador. Tras analizar el coste económico y artístico de ambas opciones, finalmente se decidió su uso combinado con el CGI para realizar los efectos especiales del film.

El guionista Colin Trevorrow se tuvo que familiarizar con la forma en que funcionaban los animatronics y escribió escenas de forma que permitieran su uso, ya que los robots son incapaces de ciertas acciones como correr.

Una de las primeras criaturas animatrónicas que se tuvo que crear para el rodaje, fue una cabeza y los hombros del Tyrannosaurus rex a gran escala. ILM envió a Scanlan un modelo del T. rex desde su aparición en Jurassic World, basándose en la criatura original del primer film de la saga, y Scanlan lo usó para crear una impresión en 3D a escala real de la cabeza y los hombros del T. rex. El animatronic del T.rex de tamaño real se controlaba mediante joysticks, con la capacidad de respirar y mover la cabeza.

El equipo de Scanlan también creó modelos animatronic funcionales del Indoraptor y del Velociraptor Blue. El Indoraptor consistía en una cabeza y un brazo que se usaban para ciertas escenas, mientras que el animatronic de Blue fue creado para tumbarse sobre una mesa, representando al animal en estado herido mientras el personaje de la doctora Zia Rodríguez (Daniella Pineda) opera sobre la criatura.

Los movimientos del animatronic de Blue se ensayaron antes de cada escena, y se necesitaron hasta 15 personas, escondidos debajo de la mesa de operaciones, para controlar el animatronic durante el rodaje. Algunos de los movimientos del animal que no se podían realizar mediante esta técnica para que quedaran naturales, como el parpadeo, se crearon en cambio con tecnología informática.

Para obtener asesoramiento sobre los procedimientos veterinarios y los movimientos de los animatronics, los realizadores buscaron un cirujano veterinario que tuviera experiencia con la fauna africana. Jonathan Cranston, un cirujano veterinario de Gloucestershire, fue recomendado para el puesto debido a su experiencia con la vida salvaje en Sudáfrica.

Cranston aconsejó a Bayona y a los productores sobre cómo coreografiar varias escenas para representar con precisión los complejos procedimientos veterinarios que involucraban a los dinosaurios.

Cranston también trabajó estrechamente con los actores para enseñarles cómo llevar a cabo dichos procedimientos. Además, Cranston aconsejó a los operarios que manejaban los dinosaurios sobre la creación de movimientos de animales sutiles y auténticos. En total, el experto estuvo en el plató durante 12 días, principalmente en Pinewood Studios.

Según comentó Colin Trevorrow, uno de los guionistas del film: "los dinosaurios de la película son una crítica del tratamiento que los animales reciben hoy en día: el abuso, la experimentación médica, las mascotas, tener animales salvajes en zoológicos como prisiones, y el uso que los militares han hecho de ellos, utilizando los animales como armas en ocasiones".