Curiosidades de La isla de las cabezas cortadas, la película que llevó a la productora Carolco a la ruina

La isla de las cabezas cortadas (Cutthroat Island) es una película de piratas y aventuras, dirigida por Renny Harlin, protagonizada por Geena Davis, Matthew Modine y Frank Langella en los papeles principales, y estrenada en cines en 1995.

Película La isla de las cabezas cortadas
Ambientada a mediados del siglo XVII, la historia tiene como protagonista principal a Morgan Adams (Geena Davis), quien se acaba de convertir en la capitana pirata del barco Morning Star (El Lucero del Alba), tras la muerte de su padre. 

Morgan quiere encontrar los tres trozos que forman el mapa de un fabuloso tesoro, pero para lograrlo necesitará la ayuda de un experto ladrón que habla latín llamado William Shaw (Matthew Modine), afrontar multitud de peligros en su aventura y enfrentarse a su cruel tío Dawg Brown (Frank Langella).

Tras un rodaje lleno de problemas, con constantes cambios en el guion, el coste final de la producción fue de aproximadamente 95 millones de dólares, sin embargo, la película La isla de las cabezas cortadas fue un estrepitoso fracaso de crítica y público, recaudando apenas 10 millones de dólares en cines. Esto llevó a que el film fuera incluido en el Libro Guinness de los Récords como "el mayor desastre en taquilla de todos los tiempos". 

Incapaz de asumir las enormes pérdidas, Carolco Pictures, una de la productoras más importantes de Hollywood en la época, acabó quebrando poco después. El género de las películas de piratas sufrió además un parón debido a este inesperado fracaso, y no se volvería a apostar por él hasta casi una década después, con el estreno de la primera película de la saga "Piratas del Caribe" en 2003. 

La isla de las cabezas cortadas, rodaje y curiosidades

La historia de la película está acreditada originalmente a los guionistas Michael Frost Beckner, James Gorman, Bruce A. Evans y Raynold Gideon, adaptada posteriormente por Robert King, Marc Norman y el propio director Renny Harlin, aunque es realmente difícil distinguir la participación de cada uno y qué se mantuvo de la historia original, ya que durante la producción se hicieron multitud de reescrituras del guion sobre la marcha.

El film es una coproducción estadounidense, alemana, francesa e italiana, con Carolco Pictures como la productora principal. Carolco había comenzado muy bien la década de 1990, con considerables éxitos en taquilla gracias a películas como "Desafío Total" (1990), "Terminator 2: El juicio final" (1991) o "Instinto Básico" (1992).

Sin embargo, una serie de malas decisiones financieras, el elevado sueldo que pagaba a sus estrellas y las costosas cancelaciones de proyectos en marcha, como una superproducción sobre Spider-Man que iba a dirigir James Cameron y que acabó en los tribunales, llevó a que la productora ya estuviera profundamente endeudada antes de que Cutthroat Island entrara en preproducción.

La actriz Geena Davis como la capitana Morgan Adams
Carolco apostó todo a este proyecto para recuperarse económicamente, y para ello otorgó a la película un presupuesto inicial de 60 millones dólares. Para poder financiar La isla de las cabezas cortadas tuvo que cancelar el único film que en ese momento estaba en producción, una película protagonizada por Arnold Schwarzenegger titulada "Crusade", y en la que ya llevaba gastados 13 millones de dólares. 

Tras contratar a Renny Harlin como director del film, Harlin consiguió convencer al productor Mario Kassar (fundador de Carolco Pictures) de que fuera Geena Davis, la esposa de Harlin en ese momento, quien protagonizara la película interpretando al personaje de la capitana Morgan Adams

La actriz era conocida por haber participado hasta entonces en varias comedias como "Tootsie" (1982), "Beetlejuice" (1988) o "Thelma & Louise" (1991), pero el objetivo del director era que la actriz diera un salto en su carrera para convertirse en la estrella protagonista de películas de acción y aventuras. 

Elegir (o más bien designar a dedo) a la protagonista femenina principal fue rápido, pero el proceso de casting para el papel principal masculino, el personaje de William Shaw, fue justo lo contrario. 

Se llegó a un acuerdo con Michael Douglas para interpretar a Shaw, si bien el actor impuso dos condiciones para aceptar el papel: que el rodaje comenzara de inmediato, ya que tenía firmados también otros proyectos y su tiempo era limitado; y que su personaje gozara del mismo tiempo en pantalla que el de Morgan Adams, el papel que interpretaba Geena Davis. 

En cuanto Douglas vio las reescrituras del guion y que su personaje perdía minutos en el metraje en favor del de Davis, decidió retirarse del proyecto. Al enterarse de la noticia, la actriz también quiso abandonar el proyecto, pero a diferencia de Douglas, ella ya estaba obligada por contrato a terminar la película, de manera que finalmente se mantuvo como la protagonista principal.

El rodaje de La isla de las cabezas cortadas - Geena Davis y Matthew Modine con el director Renny Harlin
La lista de actores con los que tuvo contacto Harlin para encontrar su protagonista principal masculino fue considerable. Entre ellos, se entrevistó con actores como Tom Cruise, Russell Crowe, Keanu Reeves, Liam Neeson, Jeff Bridges, Charlie Sheen, Michael Keaton o Tim Robbins, pero todos ellos rechazaron el papel

El elegido para el papel fue finalmente Matthew Modine, un actor que estaba lejos de la popularidad del resto de estrellas de Hollywood que se habían tanteado, pero que gracias a sus conocimientos de esgrima fue considerado idóneo para el personaje. 

Cuando el reparto ya estaba completo, se produjo otro pequeño percance con el personaje de Mordechai. Se había contratado a Oliver Reed para este pequeño papel, pero al parecer el actor bebió más de la cuenta durante una noche que el equipo se reunió en un bar, llegando a hacer insinuaciones a Geena Davis. La situación acabó en una pelea y el actor despedido al día siguiente, contratándose a George Murcell en su lugar. 

Cuando aún no se había empezado a rodar, Harlin se dio cuenta de que había dedicado tanto tiempo a tratar de encontrar un protagonista masculino y finalizar el proceso de casting, que no prestó la debida atención a la construcción de los escenarios. Además, gran parte del guion se realizó sin su participación. 

Uno de los buques construidos para el rodaje de La isla de las cabezas cortadas
El productor Mario Kassar, había comenzado por su cuenta a construir en Malta parte de los decorados y los barcos para ahorrar tiempo, pero Harlin rechazó casi todo al llegar. Como consecuencia, el director exigió que se hicieran profundos cambios antes de empezar la filmación, lo que llevó a una costosa reconstrucción y a una nueva reescritura del guion.

El rodaje de La isla de las cabezas cortadas comenzó oficialmente el 31 de octubre de 1994, con varias semanas de retraso respecto a la fecha prevista y con un presupuesto que ya se había descontrolado antes de siquiera comenzar a grabar. La filmación estuvo además plagada de problemas y contratiempos, lo que provocó que no se finalizara el rodaje hasta abril de 1995, un plazo al que había que sumar posteriormente el proceso de post-producción. 

La película se rodó en diversas locaciones de Malta y Tailandia; mientras que la escenas interiores se rodaron en los Mediterranean Film Studios, situados en Kalkara (Malta) y en los Estudios Pinewood de Buckinghamshire (Inglaterra), donde se había construido un enorme tanque de agua para las escenas marítimas. 

Al poco de comenzar el rodaje, el director despidió a Nicola Pecorini, el operador jefe de cámara, por una disputa. El problema podría haber sido resulto relativamente rápido, pero casi dos docenas de miembros del equipo se solidarizaron con Pecorini y presentaron su dimisión. 

La isla de las cabezas cortadas detrás de la cámaras
A ello se sumó el accidente que sufrió Oliver Wood, el director de fotografía de la película, quien se rompió una pierna en la primera semana de rodaje tras caerse en uno de los tanques de agua desde una grúa, por lo que tuvo que ser reemplazado por Peter Levy

Los tanques de agua fueron además un constante quebradero de cabeza durante toda la producción. Para añadir más problemas a la filmación, unas tuberías rotas provocaron que se vertieran aguas residuales en el tanque donde debían nadar los actores, lo que causó más retrasos y otro coste añadido al ya descontrolado presupuesto. 

Harlin y Davis contribuyeron también bastante por su parte a que los costes de producción se dispararan. El director insistía en grabar todas las escenas con tres cámaras a la vez, lo que suponía un gasto adicional; y después del estreno se conoció que la pareja se había gastado considerables sumas de dinero en diversos caprichos, como importar varias cajas de un costoso zumo de vegetales al set de rodaje en Malta

La situación económica de la película comenzaba a ser tan precaria, que el propio Harlin tuvo que aportar un millón de dólares de su bolsillo para poder realizar algunos cambios en el guion, ya que la deuda de Carolco era tan inasumible que no podía permitirse aportar más dinero. 

En un intento desesperado de ahorrar costes, el director pidió a los actores que realizaran sus propias acrobacias, siempre que fuera posible, para evitar así contratar a dobles de acción. Esto llevó a que se produjeran también varios accidentes, como el que sufrió Geena Davis en la escena en la que salta por una ventana, rueda por el techo y acaba cayendo debajo de un carruaje. 

Matthew Modine y Geena Davis, en el set de rodaje de Cutthroat Island
La actriz no sufrió lesiones graves y la secuencia (que en realidad se rodó en dos tomas), no solo se dejó en el metraje final, sino que se aprovechó como una forma de promoción para la película, con Davis apareciendo en las entrevistas promocionales narrando una y otra vez la escena. 

Otro incidente similar le ocurrió a Matthew Modine. El actor sufrió un fuerte golpe en la cabeza tras caerle un barril encima en la escena de huida de la taberna, una secuencia que se puede ver en la película ya que también se mantuvo en el metraje final

Por otra parte, la banda sonora de la película, compuesta por John Debney e interpretada por la Orquesta Sinfónica de Londres, fue uno de los pocos aspectos de la película que fueron aclamados por la crítica tras el estreno en cines. 

El coste final de La isla de las cabezas cortadas se estimó entre 92 y 98 millones de dólares, aunque algunas fuentes señalan que la producción probablemente superó los 100 millones dólares. En cualquier caso, tras hacer su debut en los cines de Estados Unidos el 22 de diciembre de 1995, las críticas a la película fueron terribles, lo que sin duda influyó en que apenas recaudara 10 millones de dólares en taquilla. Tampoco ayudó la mala situación económica de Carolco Pictures y de MGM (distribuidora del film), ya que no se pudieron permitir financiar una buena campaña de marketing. 

El fracaso comercial fue de tal magnitud, que el Libro Guinness de los Récords la catalogó como "el mayor fracaso de taquilla de todos los tiempos". De hecho, el film sigue estando en el Top 5 de las películas que mayores pérdidas de dinero han causado, aunque las posiciones en este ranking varían constantemente debido a que las cifras se calculan ajustando la inflación. 

Escena de batalla - La isla de las cabezas cortadas
Incapaz de afrontar la situación económica, la productora Carolco Pictures ya se había declarado en quiebra incluso antes del estreno del film, se acogió a la ley de bancarrota y todos sus activos fueron vendidos finalmente a Canal+ por 58 millones de dólares. 

Al margen de todos los problemas que tuvo la producción, también se ha intentado explicar el fracaso comercial de la película en retrospectiva. El film no gozó del favor del público en taquilla en su momento, pero tuvo por ejemplo un aceptable desempeño en el mercado doméstico (actualmente disponible en Blu-Ray), y los cierto es que las críticas a la película han mejorado con el paso del tiempo en los diversos portales de Internet.  

Para la mayoría de expertos en cine, el hándicap principal de Cutthroat Island es que fue un intento de rememorar las clásicas películas de piratas y aventuras realizado en el peor momento posible, cuando el género se consideraba "pasado de moda". A ello se sumó que en realidad el género de piratas nunca tuvo realmente un buen desempeño en taquilla (salvo contadas excepciones).

Contra todo pronóstico, cuando parecía que ningún estudio apostaría ya por este tipo de películas y que el género había muerto definitivamente, Walt Disney Pictures estrenó en el verano de 2003 "Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra", una superproducción de 140 millones de dólares que arrasó en taquilla y fue el origen de la saga de películas de piratas más exitosa de la historia. 

Portada película La isla de las cabezas cortadas