Estrenada en cines en 1964, la película La caída del Imperio Romano (The Fall of the Roman Empire) es una superproducción épica de Hollywood que contó con un enorme presupuesto de 16 millones de dólares. A pesar de su grandiosidad, el film fue un fracaso comercial, pero dejó para la posteridad un récord que aún no se ha superado, la construcción del decorado o set de rodaje más grande de la historia, con una gigantesca réplica a escala del antiguo Foro Romano, el cual fue construido en las afueras de Madrid.
Tras terminar el rodaje de la película El Cid en 1961 (filmada principalmente en España), el director Anthony Mann planteó al productor Samuel Bronston el siguiente ambicioso proyecto que tenía en mente, una gran historia épica sobre la caída del Imperio Romano.
A Bronston le entusiasmó tanto la idea, que poco después anunció oficialmente a la prensa que se iba a poner en marcha una trilogía de películas históricas filmadas en España, protagonizadas por Charlton Heston y dirigidas por Anthony Mann, con La caída del Imperio Romano como la primera de ellas.
Curiosamente, en su comunicado ante la prensa, el productor también anunció que descartaba filmar en la ciudad de Roma, ya que consideraba que la capital de Italia había cambiado tanto que ya no le servía para representar fielmente la caída del Imperio Romano. Según sus propias palabras "construiremos nuestra propia Roma en Madrid".
La elección de Bronston tampoco sorprendió a nadie en realidad. Además de su buena experiencia anterior con la filmación de "El Cid", la península ibérica se había convertido por aquellos años en un lugar muy solicitado por los estudios de cine de Hollywood para todo tipo de localizaciones.
Como resultado, en España ese rodaron varios clásicos de Hollywood durante los años 60, incluyendo diversas superproducciones y conocidas películas que ya forman parte fundamental de la historia del cine, como "Espartaco" (1960), "55 Días en Pekín" (1962), "Lawrence de Arabia" (1962), "Cleopatra" (1963), "Doctor Zhivago" (1965) o "El bueno, el feo y el malo" (1966).
Se estableció pues febrero de 1962 como la fecha inicial para comenzar el rodaje de La caída del Imperio Romano, encargando la construcción en Madrid de los gigantescos decorados bajo la supervisión de Veniero Colasanti y John Moore, ganadores del Oscar a la Mejor dirección artística por "El Cid".
Sin embargo, antes de comenzar la filmación surgió el primer gran contratiempo. A Charlton Heston no le gustó el guion de Philip Yordan, a pesar de haber sido escrito expresamente para que el actor interpretara el papel principal de Marco Aurelio, y comunicó al productor que no estaba interesado en protagonizar la película.
Hubo que buscar por tanto un reemplazo rápidamente y se ofreció el papel a Kirk Douglas, otra de las grandes estrellas de Hollywood de la época, quien también lo rechazó. A pesar de estos contratiempos y un difícil proceso de casting, la película La caída del Imperio Romano finalmente contaría con excelente reparto, con Sofia Loren en el papel de Lucila, Stephen Boyd como Livio, Christopher Plummer en el papel de Cómodo, y con el actor británico Alec Guinness interpretando el personaje de Marco Aurelio.
La acumulación de retrasos por diversos motivos, llevó a que no se comenzara la construcción del gran set del Foro Romano en Madrid hasta octubre de 1962, mientras que el comienzo oficial del rodaje se inició finalmente el 14 de enero de 1963.
El film La caída del Imperio Romano se rodó casi en su totalidad en España, con algunas escenas concretas en localizaciones de Valencia o Segovia, si bien la mayor parte del rodaje se realizó en Madrid, en lugares como Las Matas, Las Rozas, Manzanares el Real, la Sierra de Guadarrama o el Embalse de Santillana.
Las escenas del campamento de invierno de Marco Aurelio en el Danubio, se filmaron en la nieve de la Sierra de Guadarrama, en el norte de Madrid, no sin problemas en muchos casos, ya que al mes siguiente de comenzar la filmación hubo que suspender el rodaje en la zona debido a una fuerte tormenta de nieve.
Productor y director querían una película épica y grandiosa en todos los sentidos, y buen ejemplo de ello fue la secuencia de la "Batalla de los Cuatro Ejércitos", la cual involucró a 8.000 soldados, incluidos 1.200 de caballería, que fue rodada en una de las llanuras de Manzanares el Real, lo que permitía que un gran número de soldados fueran visibles a gran distancia.
Las escenas interiores de la película se rodaron también en Madrid, en los estudios Samuel Bronston (anteriormente conocidos como estudios Chamartín) y en los estudios Cinecittà de Roma, donde se construyeron los baños y gimnasios de Cómodo. El motivo por el que se filmó una pequeña parte de la producción en Italia es que de esta forma podían optar a las subvenciones gubernamentales para el cine.
La filmación avanzó a buen ritmo, pero aún faltaban algunas de las escenas más importantes y en las que se había invertido buena parte de los 16 millones de presupuesto de la película, las secuencias del Foro Romano.
Veniero Colasanti y John Moore ejercieron como directores artísticos y supervisaron todo el diseño de producción, con el historiador Will Durant como asesor para la película. La construcción de los enormes decorados comenzó el 1 de octubre de 1962 y participaron en ella más de 1.100 personas, quienes tardaron varios meses en finalizar el trabajo. Además, cerca de 400 estudiantes de arte y artesanos de toda España trabajaron también por su parte en las estatuas, azulejos, frescos y detalles del decorado.
La reconstrucción cinematográfica del Foro Romano, casi a escala real, se construyó en Las Matas, en las afueras de Madrid. El gigantesco set de rodaje tenía unas dimensiones de 400 metros de largo y 230 metros de ancho, ocupando en total una superficie de 92.000 metros cuadrados, lo que ostenta el récord del set de filmación al aire libre más grande de la historia. Un hito que aún no ha sido superado, tal y como lo reconoce el Libro Guinness de los Récords (Largest Set for a Film).
Para ahorrar costes, en aquella época era muy habitual que únicamente se construyera una parte del set donde se desarrolla la acción, utilizando para ello diversas técnicas, como el uso de pinturas mate para crear una sensación de amplitud con los fondos del decorado. Un efecto habitual que se puede ver en muchas películas épicas y en los clásicos del cine Péplum.
Sin embargo, para La caída del Imperio Romano se rechazó esta alternativa y se decidió construir casi todos lo edificios y templos que debían aparecer en la película, con el Foro Romano como el decorado más grande y representativo de todos.
También se construyó el Templo de Júpiter en una colina de 29 metros de altura en las llanuras de Las Matas, donde se levantó un enorme templo de 50 metros. El templo contaba además con varias figuras ecuestres de bronce de 7,6 metros de altura, situadas en la parte superior del templo, aunque solo eran una pequeña parte de las 350 estatuas que se construyeron en total.
De ellas, 76 estatuas eran tamaño natural, que se sumaron a las más de mil bases esculpidas para las figuras restantes, así como varias columnas de la victoria para ambientar el conjunto a la perfección y de la manera más fiel posible.
Se dibujaron más de 3.000 bocetos para ilustrar las 27 estructuras que conformaron los decorados, y los diversos entornos y decorados que representaban la antigua Roma para la película cubrían en total una impresionante superficie de 22 hectáreas.
Todo ello llevó a que se superara ampliamente el presupuesto inicial de 16 millones de dólares que se había establecido para la producción y, aunque no existen cifras oficiales al respecto, al parecer el coste final de La caída del Imperio Romano estuvo finalmente en torno a los 18,5 millones de dólares (algunas fuentes señalan que el coste pudo alcanzar los 20 millones).
Si bien es cierto que buena parte del presupuesto se invirtió en la construcción de los decorados, los sueldos de los actores supusieron al final un considerable desembolso. El único salario que se hizo público fue el de Sofia Loren, quien recibió un millón de dólares por protagonizar el film, sin embargo Kirk Douglas hizo público años después que le habían ofrecido 1,5 millones de dólares por interpretar a Marco Aurelio.
La caída del Imperio Romano se estrenó simultáneamente en los cines de Estados Unidos y Reino Unido en marzo de 1964. Aunque dividas, el film no recibió en general mala críticas, e incluso fue nominada al Oscar por la Mejor banda sonora, por lo que las expectativas que generó fueron bastante altas, especialmente dado su elevado coste. Pero lo cierto es que fue, contra todo pronóstico, un considerable fracaso comercial que apenas logró recaudar 5 millones de dólares en taquilla.
Los posteriores lanzamientos en el mercado doméstico años después ayudaron también a maquillar ligeramente el estrepitoso fracaso financiero. Tras una edición en LaserDisc, otra en Super 8, en VHS y una edición limitada en DVD, la última versión de la película se lanzó en Blu-Ray en el año 2011 (disponible en Amazon), incluyendo bastante material adicional, curiosidades, imágenes del rodaje, así como un documental sobre "cómo se hizo" la película.
En cuanto al destino del espectacular Foro Romano levantado para la ocasión, la mayor parte de los inmensos y costosos decorados que se habían construido para la película acabaron siendo derribados y destruidos. Solo unas pocas secciones se salvaron para ser reutilizadas en la película "Golfus de Roma" (A Funny Thing Happened on the Way to the Forum) en 1966.
Como curiosidad final, la misma localización de Las Matas donde se construyó el set de filmación más grande la historia, fue también el lugar elegido para ambientar "La ciudad prohibida", un decorado utilizado para el rodaje de la película "55 Días en Pekín", el film protagonizado por Charlton Heston y por el que el actor había rechazado participar en La caída del Imperio Romano.
Aquí puedes ver además una colección de fotografías detrás de la cámaras con imágenes del rodaje en España de la película La caída del Imperio Romano:
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