1990: Los guerreros del Bronx (1990: I guerrieri del Bronx) es una curiosa película italiana de acción, cuya historia está ambientada en una distópica ciudad de Nueva York del año 1990, dirigida por Enzo G. Castellari y estrenada en cines en 1982.
Con esta contundente introducción, la trama de la película da comienzo cuando Ann (Stefania Girolami), la joven y única heredera de la Manhattan Corporation, decide huir y esconderse en la tierra sin ley del Bronx. Allí es atacada por los Zombies, una banda de patinadores, pero Ann es salvada por varios miembros de la banda de los Raiders, entre los que se encuentra su líder Trash (Mark Gregory), quien toma a Ann bajo su protección.
Considerada habitualmente una película de Serie B por su bajo presupuesto, y a pesar de las malas críticas recibidas tras su estreno en cines, 1990: Los guerreros del Bronx obtuvo un buen éxito en taquilla, pero fue la gran acogida entre el público lo que elevó el film al estatus de película de culto. Además, la película daría lugar a una secuela directa y a otra película similar del mismo director, formando una peculiar trilogía llena de bandas callejeras, zonas sin ley y escenario postapocalípticos.
Rodaje y curiosidades de 1990: Los guerreros del Bronx
Según contó el propio Fabrizio De Angelis, productor principal del film, la idea de la película le surgió durante un viaje a Nueva York. Al parecer, el productor se despistó viajando en el metro de la ciudad, y en lugar de bajarse en la parada cerca de su hotel en Manhattan, acabó en el sur del Bronx, una zona de la ciudad particularmente peligrosa y deteriorada en aquellos años.
El barrio de South Bronx a principios de los 80 estaba plagado de edificios que habían quedado reducidos a escombros por incendios, gran parte de ellos provocados; y muchas de sus calles eran territorio de pandillas callejeras, además de que era habitual encontrar drogadictos y unos niveles de delincuencia disparados.
El productor caminó por el barrio y quedó cautivado por la devastación y deterioro que encontró por la calles. Se cruzó con numerosos vagabundos y enfermos desahuciados abandonados a su suerte, e incluso, según afirmó, tuvo que escapar corriendo de una banda de criminales que le intentaron asaltar a punta de navaja.
Claramente inspirado por exitosas películas similares anteriores, como "The Warriors: Los amos de la noche" (1979) y "1997: Rescate en Nueva York" (1981), contrató al director Enzo G. Castellari para el proyecto, y ambos concibieron finalmente el film cuyo título definitivo sería "1990: Los guerreros del Bronx".
Junto a los guionistas Dardano Sacchetti y su esposa Elisa Livia Briganti, el director Enzo G. Castellari participó activamente en el guion del film, y de hecho fue idea suya cambiar algunas de las ideas iniciales del productor, introduciendo pandillas callejeras lo más extrañas y estrafalarias posible para dar un toque diferente a la película. Así, además de Los Riders, la banda de moteros protagonista de la película, en el film se pueden ver peculiares bandas callejeras como Los Zombies, Los Tigres o Los Buitres.
Al tratarse de una producción italiana modesta, el reparto principal de la película está formado en su mayor parte por actores desconocidos, con varios de ellos debutando por primera vez en una película, entre los que destaca el actor protagonista, Marco De Gregorio (quien se cambió el nombre por Mark Gregory como nombre artístico).
Entre las pocas caras conocidas y actores experimentados que formaron parte del elenco, se encuentran Vic Morrow (el personaje de Hammer en el film), Christopher Connelly como Hot Dog, y Fred Williamson, una estrella de la corriente blaxploitation en la década de 1970 y que interpreta el papel de El Ogro, el líder de la banda de Los Tigres. También podemos ver en el film un cameo del propio director Enzo G. Castellari, como vicepresidente de la Manhattan Corporation.
El joven Mark Gregory cuadraba a la perfección con el aspecto físico que se buscaba para el personaje de Trash, con una combinación de salvaje motero y estrella del rock, sin embargo, las dotes interpretativas del joven eran más bien escasas dada su falta de experiencia y, por si fuera poco, caminaba de una forma un tanto peculiar, particularmente rígida.
Su compañero Fred Williamson intentó enseñar al joven cómo mostrar una imagen más dura, tal y como era su personaje sobre el papel, pero parece ser que no surtió mucho efecto. Su estilo tan erguido al caminar fue además una fuente de constantes bromas por parte de algunos de los miembros de Los Ángeles del Infierno, quienes participaron como extras para el film.
Para interpretar al personaje de Ann, la protagonista principal femenina, el director eligió a su hija, Stefania Girolami, quien tampoco tenía apenas experiencia como actriz. La joven participó además en la película como asistente de dirección.
Lógicamente, la mayoría de las localizaciones de las películas son en el propio barrio del Bronx, aunque también se filmaron algunas escenas en otras zonas de Nueva York como Brooklyn o Roosevelt Island. La mayor parte de las escenas interiores sin embargo se rodaron en un estudio de Roma, ya que las leyes italianas relativas al cine de la época exigían que todas las producciones italianas debían filmarse al menos en un 50% del metraje en Italia.
El rodaje de Los guerreros del Bronx fue bastante rápido y necesitaron de apenas tres semanas de rodaje en Nueva York. Al parecer fue una producción sin demasiados incidentes destacables, a excepción del accidente de moto del personaje de Ice (interpretado por Joshua Sinclair) que se puede ver en una de las escenas y que se trata de un accidente real que se incluyó en el metraje final.También hay otra curiosa escena en el film en la que se produjo una inclusión inesperada e improvisada. En la secuencia en la que se reúnen las bandas de los Rides y los Tigres cerca del Puente de Manhattan, se puede ver a un lado a un grupo tocando la batería. Se trata de una banda del barrio que simplemente estaba haciendo pruebas con la batería el mismo día del rodaje, y sin más explicaciones, el director decidió dejarlos a lo suyo e incluirlos también en el film.
En todo caso, fue la tónica general de la filmación. Debido a su escaso presupuesto y medios, los productores no consiguieron la autorización para que se cerraran algunas calles del Bronx durante el rodaje, motivo por el que en algunas escenas se puede ver a la banda de moteros por las calles mientras de fondo se observa el tráfico circulando y gente haciendo vida normal que contrasta con la supuesta "Tierra de nadie sin ley" donde se ambienta la historia.
El film fue además la última película del actor Vic Morrow, quien poco después moriría decapitado trágicamente por las aspas de un helicóptero durante el rodaje de "En los límites de la realidad" (1983). En una profética escena a mitad de la película, el jefe de Morrow le advierte: ¡Si no recuperas a la niña mañana a las 11 en punto, te cortaré la cabeza!. A lo que el personaje de Morrow responde: "La llevaremos en helicóptero".
Solo en Italia, 1990: I guerrieri del Bronx por su título original en italiano, recaudaría tres veces su presupuesto, pero mucho más espectacular fue su éxito en Estados Unidos, donde llegó a ocupar el quinto lugar entre los estrenos más taquilleros del año.
El inesperado éxito llevó a al director y a la productora Fulvia Film a lanzar casi inmediatamente dos películas más. Primero se estrenaría "Escape del Bronx" (1983) como una secuela directa que continúa la historia; y poco después el film "Los Nuevos Bárbaros" (1983), la cual se ambienta en un distópico y postapocalíptico futuro del año 2019 en la que solo repitió el actor Fred Williamson. El director Enzo G. Castellari solo necesitó de hecho seis meses para completar las tres películas.
Tanto la propia 1990: Los guerreros del Bronx, como el resto de películas que forman esta curiosa trilogía de pandillas callejeras, no tardarían en convertirse en auténticas películas de culto para muchos aficionados, especialmente a partir de sus lanzamientos domésticos, primero en VHS y posteriormente en DVD y Blu-Ray (disponible en Amazon), donde también gozarían de un considerable éxito.
A su buen desempeño en el mercado doméstico contribuyó sin duda un excelente póster promocional, el cual fue utilizado también como portada, y a la nota que Media Home Entertainment incluyó en la carátula para VHS, donde se indicaba que la película había creado una "gran controversia en Nueva York".
Una campaña de marketing probablemente basada en el violento estreno en cines de la película The Warriors en la que se inspira, y que si bien en este caso no había ningún trasfondo real detrás, funcionó a la perfección.