El rodaje de Stalker detrás de las cámaras (1979)

Stalker es una película soviética de ciencia ficción, dirigida por Andrei Tarkovsky y estrenada en 1979, cuya historia está basada en la novela "Picnic extraterrestre" (1972) de los hermanos Arkadi y Borís Strugatski. El film está protagonizado por Alexander Kaidanovsky, Anatoly Solonitsyn, Alisa Freindlich y Nikolai Grinko en los papeles principales.

La trama de la película Stalker sigue el viaje de tres hombres a través de un lugar postapocalíptico conocido como "La Zona", donde supuestamente cayó un meteorito tiempo atrás. Aunque el acceso al lugar está prohibido, los "stalkers" (acechadores) se atreven a aventurarse en La Zona y a guiar a otros por este desolado paraje.

Con un presupuesto de un millón de rublos, el rodaje de Stalker se realizó principalmente en la ciudad de Tallin (Estonia) y sus alrededores, que por entonces formaba parte de la Unión Soviética; así como en varias localizaciones de Tayikistán y en la localidad de Dolgopa (Rusia). Para ambientar "La Zona" se filmó en una planta hidroeléctrica abandonada en la ribera del río Jägala (Estonia).

Como curiosidad poco conocida, "La Zona" que se refleja tanto en la película como en la historia original del libro, se inspira en un accidente nuclear que tuvo lugar en 1957 en la localidad de Kyshtym, cerca de Cheliábinsk (Rusia). Como consecuencia, varios cientos de kilómetros cuadrados quedaron contaminados por la nube radioactiva. No se hizo ninguna mención oficial del incidente nuclear y el lugar acabó poco después abandonado, convirtiéndose en una "zona prohibida" durante muchos años. 

La película no recibió buenas críticas tras su estreno en cines el 25 de mayo de 1979, sin embargo fue un éxito comercial tanto en Rusia como en toda la Unión Soviética, donde vendió cerca de 4,3 millones de entradas en taquilla. Las críticas hacia el film han cambiado además considerablemente con el paso del tiempo. 

Los expertos en cine alaban en la actualidad su magnífica combinación de elementos filosóficos, dramáticos o psicológicos con la fantasía y la ciencia ficción, lo que hacen de Stalker una película compleja pero que es considerada por muchos como una de las mejores películas soviéticas de la historia.